Escrito por Flor García Mencos, Directora Ejecutiva.
Cada nuevo año arranca con toda su energía, trae ideas de cosas por hacer y también algunos pendientes del año anterior. Es enero, y quitamos nuestro dedo del botón de pausa que nos dio un tiempo desconectado en la temporada navideña. Los equipos se vuelven a encontrar y pronto estarán trabajando a todo vapor.
Como líder, es posible que durante la pausa pensaras en cosas que quieres innovar, o cosas que necesitas retomar más temprano que tarde, tu mente oficiosa lista para continuar con los compromisos. Sin embargo, vale la pena tomar un respiro y resistir la tentación de entrar directamente a la agenda de trabajo. Considera para tu primera reunión del año, iniciar creando un espacio conducente para que todos puedan volver a verse y escucharse, la primera reunión puede poner el tono para el resto del año, así que no corras. No necesitas abordar toda la información nueva ni distribuir todas las tareas en ese momento. ¿Qué es lo importante hoy? ¿Qué podría proveer un sentido de bienvenida, seguridad y pertenencia a tu equipo? ¿Qué te permitirá a ti mismo como líder fortalecer las conexiones con tu equipo y entre el equipo mismo?
El enfoque de liderazgo restaurativo que vivimos y compartimos desde Circula, enfatiza el valor que tienen para individuos, equipos y colectivos los espacios seguros en los que todos son reconocidos. La intencionalidad del tiempo que inviertes en fortalecer ese espacio predispone a las personas a la colaboración, genera un sentido de corresponsabilidad, de vínculo entre ellos y con la misión que les une. Es, en resumidas cuentas, una forma saludable de iniciar.
En nuestra primera reunión del año nos dimos la bienvenida, leímos un poema acerca de la esperanza de un nuevo año. Nos sentamos juntos en silencio procesando lo que escuchamos, compartimos aquello que nos habló más personalmente a cada uno y luego respondimos la pregunta ¿Cómo inicia este año para mí? Luego de esta apertura, pasamos a la agenda de trabajo.
Otras ideas para iniciar el año pueden ser jugar juntos, hacer un círculo de diálogo, organizar un desayuno de convivencia, escuchar una canción inspiradora, algún ritual de acuerdo a la cultura del grupo para bendecir el año, etc. Compartimos contigo el poema que leímos juntos.