Escrito por: Flor García, Directora Ejecutiva.
2023 es año de elecciones en Guatemala. El partido Movimiento Semilla resulta ganador de la presidencia y esto genera desconcierto y descontento en el actual gobierno, que, como la mayoría en el país, no vio venir este resultado. A través del Ministerio Público, se inicia una persecución penal en contra del partido y todo el proceso electoral. Las vías y recursos legales que distintos actores de la sociedad civil interponen para salvaguardar el proceso electoral resultan inútiles e ignorados. Sin muchas más opciones, la organización ciudadana, que ya había iniciado protestas, termina de consolidarse y encuentra un llamado común liderado por la organización comunitaria Indígena, 48 Cantones de Totonicapán. Comunidades en distintos territorios del país y barrios en las ciudades, incluyendo la capital, se suman a las protestas y bloqueos de calles y carreteras, exigiendo la renuncia de la Fiscal General.
En este momento nos puede servir entender liderazgo como la acción de tomar responsabilidad para cuidar un propósito, los valores vinculados al propósito y a las personas que ese propósito reúne. Quienes que hacen esto son percibidos naturalmente como líderes.
Los eventos actuales en Guatemala comprueban la hipótesis de la declaración anterior. Quienes lograron articular y comunicar un propósito que importa a todos, combatir la corrupción, fueron quienes lideraron la elección, contra todo pronóstico. Usando esa misma premisa para entender el liderazgo, la población ha rechazado masivamente el liderazgo estructural del gobierno, pues no cuida un propósito común, sino particular, y no refleja los valores que las personas sienten la necesidad de atender.
Otros movimientos han llegado, como los 48 Cantones, y en una forma concisa y clara han expresado el propósito y los valores que vienen de la escucha y participación de sus propias comunidades, por eso la población ve en ellos eso que necesitaba escuchar. Hoy, tal como lo mencionó un participante en un círculo de diálogo que recientemente sostuvimos, el liderazgo en el país no está en el gobierno. Puede tener el poder, pero son los líderes indígenas quienes hoy tienen autoridad y liderazgo ante la población.
Las lecciones de liderazgo que esta coyuntura nos presenta son enormes y aplicables a distintos contextos donde las personas se articulan, como los espacios laborales, la organización comunitaria, los grupos de jóvenes, la escuela, entre otros. Acá resumimos puntos esenciales:
No se puede liderar desde una perspectiva individualista. Se puede usar el poder, se puede dar órdenes, pero no se puede liderar. El ejercicio del poder que no se orienta hacia propósitos colectivos termina socavando la influencia de quien lo ejerce, y las personas dirigirán su atención hacia aquellos que actúen por el propósito común y los valores compartidos.
Un líder que no escucha, se queda solo. La trascendencia del diálogo y la disposición a participar en él con mente, corazón y voluntad abiertos son los únicos elementos que permiten a las personas y a los colectivos transitar tensiones en forma no violenta y restaurativa.
El liderazgo que inspira confianza es consistente en entender y atender las necesidades presentes, avanzando acuerdos en base a esas necesidades. En Circula iniciamos todos nuestros procesos preguntando: ¿Qué necesitamos para sentirnos seguros en este espacio? Escuchar y honrar la necesidad presente es intrínsecamente una acción de no violencia.
Honrar la palabra y los compromisos, o de lo contrario, perder la confianza de las personas y con ella cualquier atisbo de liderazgo que se haya podido tener.
Liderar atendiendo a la dignidad humana. El acto más poderoso que un líder puede hacer es demostrar que ve, reconoce y escucha a los otros, sobre todos a quienes lidera.
Reflexiono y veo la oportunidad de transformación que hoy tenemos gracias a los modelos de liderazgo ancestrales, que merecen el reconocimiento que hoy, por fin, les da la sociedad, y a mi mente vuelve la letra de una hermosa canción de Fernando Delgadillo.
Y si ellos miran hacia atrás de lo que les toca empezar
y nos hallan a nosotros que formamos un lugar
que un buen día nos marcharemos y tal vez podrán decir
grandes fueron los viajeros que cruzaron por aquí.
Hoy hace un Buen Día – Fernando Delgadillo
Escrito por Flor García Mencos, Directora Ejecutiva.
Cada nuevo año arranca con toda su energía, trae ideas de cosas por hacer y también algunos pendientes del año anterior. Es enero, y quitamos nuestro dedo del botón de pausa que nos dio un tiempo desconectado en la temporada navideña. Los equipos se vuelven a encontrar y pronto estarán trabajando a todo vapor.
Como líder, es posible que durante la pausa pensaras en cosas que quieres innovar, o cosas que necesitas retomar más temprano que tarde, tu mente oficiosa lista para continuar con los compromisos. Sin embargo, vale la pena tomar un respiro y resistir la tentación de entrar directamente a la agenda de trabajo. Considera para tu primera reunión del año, iniciar creando un espacio conducente para que todos puedan volver a verse y escucharse, la primera reunión puede poner el tono para el resto del año, así que no corras. No necesitas abordar toda la información nueva ni distribuir todas las tareas en ese momento. ¿Qué es lo importante hoy? ¿Qué podría proveer un sentido de bienvenida, seguridad y pertenencia a tu equipo? ¿Qué te permitirá a ti mismo como líder fortalecer las conexiones con tu equipo y entre el equipo mismo?
El enfoque de liderazgo restaurativo que vivimos y compartimos desde Circula, enfatiza el valor que tienen para individuos, equipos y colectivos los espacios seguros en los que todos son reconocidos. La intencionalidad del tiempo que inviertes en fortalecer ese espacio predispone a las personas a la colaboración, genera un sentido de corresponsabilidad, de vínculo entre ellos y con la misión que les une. Es, en resumidas cuentas, una forma saludable de iniciar.
En nuestra primera reunión del año nos dimos la bienvenida, leímos un poema acerca de la esperanza de un nuevo año. Nos sentamos juntos en silencio procesando lo que escuchamos, compartimos aquello que nos habló más personalmente a cada uno y luego respondimos la pregunta ¿Cómo inicia este año para mí? Luego de esta apertura, pasamos a la agenda de trabajo.
Otras ideas para iniciar el año pueden ser jugar juntos, hacer un círculo de diálogo, organizar un desayuno de convivencia, escuchar una canción inspiradora, algún ritual de acuerdo a la cultura del grupo para bendecir el año, etc. Compartimos contigo el poema que leímos juntos.
La atención que hoy recibe el desarrollo de liderazgo como un eje de crecimiento profesional se ha incrementado notablemente en los últimos años en todos los ámbitos, incluyendo el sector social y organizaciones no lucrativas. Y esto es positivo, pues la forma de liderar impacta directamente la cultura, el trabajo y a todas las personas en las organizaciones. Nuestro enfoque a lo largo de una década acompañando a líderes de impacto social, no ha sido solamente que logren más y mejores resultados, sino que puedan hacerlo mientras generan espacios seguros donde todas las personas son reconocidas. Un liderazgo restaurativo y consiente del impacto de sus palabras y acciones. Hoy reflexiono acerca de cómo el lenguaje que acompaña este “boom del liderazgo” nos puede acercar o separar de ese propósito.
Cada vez integramos más términos anglos a nuestro lenguaje cotidiano y profesional que se han ido constituyendo en signos de cosmopolitismo o se asocian a poseer conocimientos especializados. Este uso o abuso de acepciones en inglés llega desde el mundo del mercadeo, pero el sector no lucrativo también muestra una tendencia a adoptar un lenguaje que no es comprensible para todos, que parece dar cierta categoría actual y superior a nuestros conocimientos. Funciona como llave de acceso a un club invisible y lo normalizamos sin cuestionar el impacto y significado profundo que tiene en la cultura organizacional y en la colectividad de los espacios profesionales. ¿Te resulta familiar el vocabulario en este texto? “Ven al kick off de nuestro bootcamp anual donde diversos speackers presentarán estrategias de managment que te ayudarán a lograr mayor engagement con tu equipo.” Tal vez suena exagerado, pero es bastante cercano a la realidad.
Por ejemplo, cuando mi oficina estaba dentro de un espacio compartido de trabajo – más conocido como un co-working – las invitaciones a actividades se hacían en inglés, excluyendo a personas no bilingües. O como cuando en un foro para ONG´s el expositor hablaba de benchmarking y quedé perdida por un momento hasta entender por contexto, pero además con una sensación incómoda pues parecía que todos entendían, aunque no era así. La mujer junto a mi buscó el significado en su teléfono y en la fila de atrás escuché “¿El qué?”. Se trasplantaba esta palabra del mercadeo al terreno social para nuestra mejora profesional, cuando lo que plateaba podía nombrarse como análisis comparativo de buenas prácticas y resultados. El lenguaje es un elemento poderoso de vinculación o separación humana.
Nadie quiere experimentar esa sensación de inadecuación, así que aceptamos, aprendemos y muy pronto integramos términos profesionales como normas no escritas que dan forma a nuestras comunidades colaborativas y sin darnos cuenta obedecemos pautas aspiracionales de un mundo anglo y eurocéntrico. La cercanía y las relaciones de confianza con colegas del tercer sector en mi país y la exploración de mi propia identidad cultural, hace que cada vez me resulte más desvinculado este lenguaje. Desvinculado de quienes somos, de los equipos que conformamos, de la misión y población que servimos. El idioma inglés y las palabras en sí no son el problema, más bien es la forma de utilizarlas que genera exclusión según el contexto y sus interlocutores. En una junta directiva internacional no hispanohablante serás un trustee y en un programa internacional un fellow. Se vuelve problemático cuando el contexto no justifica el uso del anglicismo, tenemos que preguntarnos ¿a quién convoca y a quién deja fuera nuestro lenguaje?
Todos somos susceptibles a responder a un tipo de conocimiento articulado de acuerdo a estándares elitistas. Nos sucede por vivir en una era en la que la sobrevivencia –profesional, económica- parece estar en ser capaces de seguir la perspectiva cognitiva de la modernidad, que no es más que otro eje del capitalismo global eurocéntrico. Quijano (2007) nombra esto como colonialidad del lenguaje.
Cuánta razón tenía Humberto Maturana al señalar que las conversaciones que tenemos crean la realidad que vivimos. Ahora soy más consciente de cómo el lenguaje ha impactado los espacios co-creados y movidos colectivamente con prácticas que nos permiten vernos, escucharnos y reconocernos tal como somos. Procuramos conexión humana y solidaria más que networking; plenitud más allá de empowerment; una comunidad y equipo conectado en conversaciones honestas y a veces difíciles más que teambuilding.
También reconozco que colegas indígenas se han adaptado a nuestras actividades en español y eso no deja de ser desigual y colonialista. Podemos y debemos hacer mucho más para asegurar procesos de fortalecimiento de liderazgo con profundo respeto por las personas y culturas. Por lo pronto iniciamos nuestro primer proceso en Poqomchí, ¡es un paso!
Quienes trabajamos en el sector social estamos mucho más sensibilizados a la realidad de la mayoría de personas, y nuestro compromiso con la reducción de las desigualdades debe ser alto, asegurándonos de no caer en la práctica consciente o inconsciente de ninguna forma de discriminación, especialmente desde nuestros roles de liderazgo. La comunicación que generamos dentro de nuestras organizaciones y que proyectamos hacia afuera de ellas, si hace una diferencia, reta y resiste modelos impuestos. Como dice Rubén Blades en una de sus canciones siempre busca el fondo y su razón.
Este la colaboración tocó en nuestra puerta en la figura de una colaboradora ejemplar, lo cual confirma que ALG está haciendo el trabajo que esperábamos hacer en esta región. Desde el inicio del Diplomado hemos soñado con una Centroamérica libre de desigualdad, corrupción y pobreza. Cuando formamos ALG, lo hicimos basadas en la convicción que si podríamos cambiar el liderazgo de la región, podríamos lograr en ver una Centroamérica diferente. Pero liderazgo transformacional no es solo tener las herramientas, habilidades o sabiduría, sino además es trabajar en solidaridad con otros líderes y todos los humanos a tu alrededor. Por eso enfocamos tanto en colaboración como en conocimientos de liderazgo.
Trabajamos así con la esperanza que vamos a recibir llamadas como la que recibimos este mes de Matilde Torres, egresada del año 2018, quien ejercita su liderazgo en Melanie Gissell Foundation. Esta fundación acompaña procesos de duelo para personas y familias que atraviesan un gran dolor. Además ellos facilitan certificaciones en Coaching, con un enfoque en Coaching para duelo. A través de su organización, Matilde ofrecerá dos cupos para miembros de la comunidad ALG, sin fines lucrativos. Eso significa que líderes ya egresados de nuestro Diplomado, lo cuales tal vez no pudieran participar en este tipo de entrenamiento, van a tener acceso a más oportunidades de crecer personalmente y profesionalmente incrementado su impacto en Centroamérica. Esto es el poder de la colaboración, que sean pequeños o grandes, multiplican la onda de cambio positivo en el mundo.
Colaboraciones de este tamaño y otras pasan frecuentemente entre nuestra creciente red de líderes y con cada colaboración estamos más cerca del mundo en el que queremos vivir. Un mundo de solidaridad, de paz, justicia, abundancia, y apoyo.
Este mes en nuestro blog Herramientas para la Colaboración celebramos la colaboración, celebramos a Matilde Torres y a innumerables colaboraciones más que nacen aquí en nuestra red de líderes y a lo largo del mundo, que se realizan con las manos de personas que viven comprometidas al nuevo cambio y quienes trabajan cada día para traerlo más cerca al presente.
“Yo creo definitivamente que sí podemos hacer un cambio en nuestra sociedad.”
Laura Rodriguez es consultora independiente que trabaja específicamente con mujeres y jóvenes en el apoyo de empoderamiento y participación política y ciudadana tanto con las mujeres como los jóvenes. Además, ella es la coordinadora general voluntaria de una ONG en El Salvador que apoya el empoderamiento y participación política y ciudadana de jóvenes, en prevención de violencia y la promoción de una cultura de paz. Para decirlo en forma más sencilla, su trabajo es decir a jóvenes y mujeres “que tienen muchas opciones en su vida.” Aparte de pandillas, de tráfico de drogas, de embarazos a temprana edad.
Cuando hablé con Laura, hablamos mucho sobre liderazgo y posibilidad, porque para ella, no es posible separar liderazgo con la posibilidad del cambio en el mundo. Todos tenemos la posibilidad de ser un líder para bien, y si estamos liderando para el bien, el mundo va a mejorar para todos. Cuando pregunté qué significa ser líder para ella, me da un definición muy bonita y muy importante. Liderazgo, es sus palabras, tiene un definición muy larga pero muy sensible. Primero, “el líder no es la persona al frente dirigiendo las actividades o acciones, es la persona que está a la par de la gente construyendo al diario acciones específicas que permiten un cambio social.” Significa “tener la humildad suficiente para comprender que no lo sabemos ni lo podemos hacer todo y por tanto tenemos la capacidad de delegar responsabilidades y acompañar las personas en esas responsabilidades también.” Significa empatía, acompañamiento, escuchar, amor, colaboración, trabajo en equipo. Ser líder no implica, “que las demás personas necesariamente siguen una indicación tuya sino que también las personas son capaces de poder darte surgencias de tu camino.” Si podemos ser líderes así vamos a cambiar el mundo.
En un país como El Salvador, no es fácil seguir siendo inspirado y motivado. El país tiene, como la mayoría de países en Centroamérica, muchos problemas. Gobierno ausente, pandillas poderosas y peligrosas y narcotraficantes. Entonces, qué la inspira a ella? “Me inspira una sociedad mejor.” Para esa sociedad mejor, ella trabaja con jóvenes y mujeres, para empoderar y involucrarnos en la vida política y ciudadana. Para esta sociedad mejor, ella trabaja como una líder acompañante, que está siempre a la par de la gente, escuchando. Para esa sociedad mejor, ella participó en el diplomado de Asociación para el Liderazgo en Guatemala, ALG en donde aprendió cómo liderar desde adentro. “Hay un antes y un después de mí. Antes de ALG estaba liderando desde afuera y me quedaba vacía. ALG me enseña a no quedarme vacía… [Después] soy una persona diferente, más empática, más amorosa para mí misma… Soy una mejor persona, mejor profesional.” Una persona que, sin duda, está haciendo grandes cambios en el mundo, no solo en su estilo de liderar, sino en su estilo de ser y de hacer. Yo pregunté a ella sí podría decir algo a cada persona en el mundo, que diriá y ella me dijo sin pensar un segundo, “crea en sí mismo, crea con mucho amor y mucha esperanza porque el cambio está en cada uno de nosotros y nosotras.”
Este mes en Voces Comunitarias, Maria Mercedes Galvez, quien forma parte del faculty de ALG, nos enseña cómo transitar nuestro camino hacia el liderazgo con éxito.
Un nuevo Liderazgo: Liderazgo Consciente
No son rumores, son cifras contantes y sonantes que se reflejan en los últimos estudios sobre liderazgo, en los cuales se evidencia que el 86% de las organizaciones o sistemas sociales declara que uno de sus tres grandes desafíos tiene que ver con el liderazgo.
Los líderes necesitan desarrollar nuevas competencias para inspirar, dar ejemplo, empoderar, alinear y gestionar el cambio.
Liderazgo Consciente
Cada vez es más común hablar de un líder con conciencia del entorno, de las tendencias y también de sus emociones, de los efectos que provocan sus acciones, de lo que genera en los demás sus propios comportamientos. Y no solo consciente del valor que aporta sino también de sus propias limitaciones, de dónde no aporta valor y de cuándo es mejor que no esté ahí. Consciente de la importancia de pedir ayuda, de la innovación y creatividad que surge del hecho de delegar…
Para tener los resultados esperados, influye, y mucho, tener buenas relaciones y ser conscientes de cómo y para qué conversamos en cada momento. El líder que consigue resultados brillantes es aquel consciente de las necesidades, expectativas y emociones de las personas a las que lidera, de las de su organización y también de las suyas propias, pues tiene conciencia de sí mismo, su visión, misión, puntos fuertes y débiles y prioridades.
¿Qué impide a la mayoría de los líderes hacer lo que tienen que hacer?
Principalmente, no pensar o lo que se conoce como trampa de reacción. Es un proceso natural que afecta a la mayoría en una especie de reacción de lucha o huida. En lugar de centrarse en el panorama general, las personas reaccionan a todo tipo de ‘distracciones’, como llamadas telefónicas, correos electrónicos, reuniones, la lista de tareas diarias y otras interrupciones similares.
Estas reacciones son activadas por la parte más baja y primitiva del cerebro, ocultando a la mente la capacidad de tener una visión general de las cosas.
La respiración juega un papel primordial para romper este ciclo de reacción y lograr un estado superior de conciencia. La mayoría de nosotros pasamos gran parte de nuestras vidas sin ser conscientes de respirar con conciencia. Esto ejercita la parte del cerebro que nutre la creatividad, permitiendo a las personas tomar conciencia de todo su ser: la mente y el cuerpo.
Cuando se alcanza un nivel más alto de conciencia, las personas pueden trascender la trampa de reacción y comenzar a centrarse en lo que es verdaderamente importante: generar resultados. Hacerlo implica tomar elecciones conscientes, establecer límites y reducir la velocidad lo suficiente como para gestionar las prioridades y pensar acerca de las decisiones.
¿Cómo alcanzarla?
Como mencionamos antes, consiste en la respiración. Siempre que tengas tiempo, por ejemplo, antes de una reunión, prueba este ejercicio para mejorar tus sentidos. Primero levántate, cierra los ojos y relájate. Inhala y cuenta hasta cuatro, luego exhala y cuenta hasta ocho. Repite esta práctica varias veces y observa las sensaciones que ocurren en tu cuerpo.
La técnica te ayudará a sentirte más relajado, concentrado y consciente. Te permite enfrentar mejor las situaciones inesperadas, con más calma y claridad que nunca. Practica lo suficiente esta técnica de respiración atenta y se convertirá en algo natural para ti.
Comencé la entrevista con Gersom Gamboa preguntándole cuándo se identificó por primera vez como líder. Después de una pausa, se rió y dijo "nunca". "Nunca asumí una posición como líder, fue un proceso natural. En 2011 tuve que definir mi propósito de vida y fue entonces cuando fundé DiverArte, que es una organización que abre espacios para que las personas se expresen a través del arte. Fue entonces cuando las personas y las organizaciones comenzaron a identificarme como líder ".
Gersom es el tipo de persona que puedes sentir al entrar en una habitación sin antes haberlo visto . Él irradia alegría y amabilidad y lo sientes a su alrededor incluso, si nunca lo has conocido antes. Su voz es ligera y acogedora y su rostro muestra una sonrisa casi constante, incluso cuando habla de las dificultades por las que ha pasado. Es alguien a quien siempre deseas alrededor y ha colaborado como un miembro invaluable de la comunidad ALG.
En una nación como Guatemala en la que las oportunidades son limitadas y los jóvenes son colocados constantemente en situaciones de desigualdad, expuestos a la violencia y a contextos de vulnerabilidad, que les limitan su desarrollo, los líderes o -referentes-, como lo llamaría Gersom, son realmente difíciles de encontrar.
"En realidad, pienso que se debe hacer una redefinición y resignificar el liderazgo en Guatemala, probablemente está vinculada con los años de memoria que preceden a los pueblos y los innumerables referentes de historia y tradición que se mantienen en las comunidades, o bien, esté en los nuevos matices de emprendimiento. Lo que es verdad, es que las nuevas generaciones deben asumir un liderazgo. No soy un líder de una comunidad, es más, estoy tratando de ser un ejemplo en el que la gente esté interesada, les guste y se sientan atraídos y luego podemos crear nuevos modelos de convivencia en el pais... ... No creo que la gente piense 'Gersom Gamboa es el líder de la Educación para la Paz' y no espero que lo hagan ”.
El Congreso Nacional de Educación para la Paz es un congreso nacional que Gersom co-fundó. Cada año, la conferencia reúne a defensores de jóvenes, educadores y emprendedores sociales que ofrecen sus habilidades y conocimientos a los invitados de la conferencia, con la esperanza de que el conocimiento compartido traerá un gran cambio para la juventud de Guatemala. Es un proyecto que ejecuta además de su trabajo con DiverArte y una consultoría personal que dirige, en el que ofrece talleres con una variedad de habilidades.
Gersom comparte que ser parte de la comunidad de ALG "ha sido realmente importante, “ser parte de esta red ofrece muchas oportunidades... Muchas personas en la red hacen cosas extremadamente importantes, grandes cosas en defensa de las personas, del medio ambiente, del territorio ... Me encantó aprender sobre el pasado y el presente de las otras personas en mi generación. De las habilidades adquiridas, [el diplomado] me ayudó a organizarme enormemente para poder definirme como coordinador o director de la organización ... y al ordenarme a mí mismo, también me estaba construyendo... y encontrando propósito de DiverArte ”.
Nuestra conversación fue larga, y hay mucho más que podría compartir sobre Gersom y el fenomenal trabajo que está haciendo, pero creo que es mejor si se lo preguntes tú mismo. Siga los proyectos de Gersom en Facebook @DiverArteGuatemala
Herramientas para Colaboración es una serie de blogs que comenzamos en ALG con la intención de compartir las herramientas que utilizamos para inspirar colaboraciones más frecuentes entre personas y organizaciones en el mundo. La colaboración es una gran parte de nuestra misión y estamos encantados de compartir estos consejos y herramientas con ustedes, nuestra querida comunidad.
En nuestra última publicación, compartimos sobre por qué colaboramos y en esta publicación comenzamos a profundizar en cómo colaboramos. Asociación para el Liderazgo en Guatemala se fundó con un sólo programa: el Diplomado en Liderazgo y Colaboración, nuestro programa insignia y por el que somos más conocidos. Desde entonces, hemos agregado otros dos programas: el Colectivo Internacional de Practicantes Restaurativos y el Taller Viajero. Ambos, aunque distintos del Diplomado, se basan en los mismos valores: Diversidad, Integridad, Responsabilidad y Solidaridad, entre otros. Para a entender el cómo en lo que respecta a la colaboración, debemos empezar por comprender qué significa realmente esa última palabra: Solidaridad.
“Si has venido aquí para ayudarme, estás perdiendo el tiempo. Pero si has venido porque tu liberación está ligada a la mía, entonces trabajemos juntos”. La mujer indígena y activista australiana Lilla Watson es ampliamente reconocida por esta declaración radical que cuestiona la idea de que la ayuda jerárquica y unidireccional es constructiva. Para cambiar el mundo para mejor, primero debemos ser humildes y reconocer que todo sufrimiento es universal. Si otro ser humano, sin importar dónde viva, sufre, yo también sufro. Desde el lugar de ese sufrimiento mutuo, nosotros, como seres humanos, somos capaces de crear bienestar y transformar sistemas de inequidad. Esta es una mentalidad solidaria. En solidaridad, se abandona la jerarquía, se abandonan las barreras y las fronteras, no hay "otro" solo somos nosotros, creando juntos relaciones y condiciones saludables para el mundo. En palabras de Audre Lorde, "divide y vencerás" se convierte en "definir y empoderar".
Ponerse a disposición de la colaboración es decirle a otra persona, personas u organización que los ves como parte de tu propio ser, con necesidades, objetivos e ideas que son tan valiosos y tan importantes que vale la pena extender los recursos que tienes para ayudarles a satisfacer sus necesidades, objetivos e ideas al mismo tiempo que satisfaces las suyas. Colaborar es decir: “Estoy aquí en solidaridad contigo. Tenemos diferentes habilidades, tenemos diferentes historias y formas, pero somos uno. Mi liberación está ligada a la tuya, trabajemos juntos ".
Sin una mentalidad solidaria, la colaboración es imposible. Las partes colaboradoras deben verse como iguales, como socios en una misión compartida para hacer del mundo un lugar mejor. La solidaridad es la base de todas y cada una de las colaboraciones en las que ALG participa.
Para aquellos interesados en colaborar más como individuo u organización, los invitamos a que reflexionen sobre las palabras de Lilla Watson: ¿esperas ayudar? ¿O está tu liberación ligada a la liberación de tu vecino o de la persona / organización con la que esperas colaborar? ¿Has abandonado todo sentido de "otro"? ¿Estás listo para caminar de la mano, lado a lado, con todos los seres? Si es así, entonces estás trabajando desde un lugar de solidaridad y estás listo para colaborar.
Realizaremos nuestro primer módulo, en compañía de un grupo 21 extraordinarios líderes de distintas partes de Guatemala y de El Salvador los días 18 y 19 de marzo en el Hotel Vista a los Volcanes.
El tema central del módulo es: “El punto de partida para la integración de una comunidad de Liderazgo.”
El objetivo es: identificar cuál es el punto de partida de cada líder y hacia dónde desea orientar su liderazgo, valiéndose de herramientas de análisis y de la reflexión grupal en compañía de la nueva comunidad de líderes a la que se está integrando.
Metas SMART con Jack & Linda Smith
Son dos experimentados asesores que luego de una exitosa carrera en el mundo empresarial a nivel internacional, ofrecen sus conocimientos y experiencia como Coachs a líderes en distintas partes del mundo.
Teoría de Cambio, Jeff Barnes
De profesión Economista, especializado en Historia y Desarrollo Económico de Centro América, ha sido Director de Planificación Estratégica de una de las organizaciones internacionales pioneras en Guatemala por más de 12 años.
Sesión de Inspiración, Tamalyn Jackson Gutierres
Ha sido la Directora Nacional de Common Hope desde hace 10 años, teniendo a su cargo un equipo de 120 personas y supervisando programas de desarrollo en Educación, Salud y Vivienda.
Tamalyn además es miembro de la Junta Directiva de Asociación para el Liderazgo en Guatemala.